Cuando se trata del cuidado de las uñas, sobran los consejos… y también los mitos. Algunas creencias populares pueden parecer inofensivas, pero muchas veces terminan generando rutinas ineficaces o incluso perjudiciales para la salud de tus uñas. En esta nota te ayudamos a distinguir qué es mito y qué es verdad, basándonos en evidencia real y experiencia en el cuidado consciente de las manos.

Los mitos más comunes (y su explicación real)

❌ MITO 1: Las uñas necesitan “respirar” entre esmaltes

Las uñas no respiran: están compuestas por células muertas de queratina. No tienen poros ni oxígeno que absorber. Sin embargo, darles un descanso entre esmaltados es recomendable, no para que respiren, sino para hidratarlas, observar su estado real y aplicar tratamientos como fortalecedores o aceites.

❌ MITO 2: Si el semipermanente está bien aplicado, no daña

Aunque se aplique correctamente, el esmaltado semipermanente implica limado agresivo de la uña, exposición a luz UV y remoción con químicos fuertes, lo que a largo plazo puede debilitar la lámina ungueal. Su uso frecuente y sin descanso sí representa un riesgo, especialmente en uñas frágiles o sensibles.

❌ MITO 3: Cortar las cutículas hace que crezcan más gruesas

La cutícula es una barrera natural que protege la matriz de la uña. Cortarla de forma frecuente no la hace más fuerte: puede generar infecciones, engrosamientos irregulares o inflamación. Lo ideal es empujarla suavemente y mantenerla hidratada con aceite de cutículas.

✅ VERDAD: La alimentación influye en la salud de tus uñas

Lo que comés se refleja en tus uñas. Dietas pobres en hierro, zinc, proteínas o biotina pueden hacerlas más frágiles o quebradizas. Una nutrición equilibrada y rica en estos nutrientes ayuda al crecimiento sano y a mejorar su resistencia natural.

❌ MITO 4: El esmalte tradicional dura poco

Con productos de baja calidad o sin top coat, puede ser cierto. Pero si usás esmaltes de buena formulación, libres de tóxicos, con una base adecuada y sellás con top coat, podés lograr una duración de hasta 7-10 días sin comprometer la salud de tus uñas.

No todo lo que se dice sobre el cuidado de las uñas es cierto. Desarmar mitos es clave para adoptar rutinas saludables y elegir los productos adecuados. Apostá por lo que está respaldado: fórmulas seguras, información real y una rutina de cuidado constante.

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