Muchas personas que deciden dejar el esmaltado semipermanente descubren que sus uñas quedan débiles, finas y quebradizas. Si ese es tu caso, hacer una transición consciente y progresiva es clave para que tus uñas se recuperen sin sufrir más daño. En esta nota te compartimos una guía práctica para abandonar el semipermanente de forma segura y empezar a disfrutar de los beneficios del esmalte tradicional sin toxinas.


🧴 Paso 1: Retirá el semipermanente correctamente (sin arrancarlo)

Uno de los errores más comunes es retirar el esmalte en gel “a mano”, levantando las capas con fuerza. Esto arranca parte de la lámina ungueal y puede generar dolor, sensibilidad y escamación.

✔️ Lo ideal es acudir a una manicura profesional. No recomendamos que lo hagas en casa.


🌿 Paso 2: Descansá al menos 2 semanas sin esmaltar

Una vez retirado el semipermanente, las uñas necesitan un "respiro" para rehidratarse, regenerarse y recuperar su grosor natural. Durante este período:

  • Aplicá a diario aceite de cutículas Semilla (con ingredientes nutritivos como argán y vitamina E)

  • Usá fortalecedor de uñas Semilla 2 a 3 veces por semana

  • Hidratá tus manos constantemente y usá guantes para limpiar

Este descanso es clave para revertir los efectos del limado, la exposición a UV y la acetona.


💅 Paso 3: Volvé al color con esmaltes saludables

Cuando notes tus uñas más fuertes, podés volver a esmaltarlas, pero esta vez con esmaltes tradicionales libres de químicos agresivos. En Semilla ofrecemos una alternativa segura y consciente:

  • Fórmula 23-Free: sin los 23 tóxicos más comunes en esmaltes

  • Hipoalergénicos

  • Alta pigmentación y fácil remoción sin limado ni acetona pura

  • Clínica y Dermatológicamente testeados

Combiná tu esmalte con base fortalecedora y top coat para una mayor duración sin dañar.


🧠 Extra: ¿Cómo saber si tus uñas se están recuperando?

Señales positivas de recuperación tras el descanso:

  • Menor descamación o sensibilidad

  • Uñas con más brillo natural

  • Mejor crecimiento y menos quiebres

  • Uñas más duras o resistentes al tacto


Dejar el semipermanente no significa resignar color ni estilo. Al contrario: es una oportunidad para volver a conectar con la salud de tus uñas, repararlas con productos nutritivos y redescubrir el placer de esmaltar sin dañar. Con Semilla, podés hacer esta transición de forma segura, efectiva y natural.


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